Un dia dices: "Voy a ver qué fotitos sube la gente", y cuando te das cuenta, han pasado 3 horas y te has guardado en favoritos 46 recetas. Además, como la gente tiene ese arte para hacer las fotos (que yo llamaría magia negra), todo tiene buena pinta y todo te da ganas de devorar como si fueras Godzilla después de un mes de dieta de la alcachofa.
Pues bien, a todos esos que me han fastidiado subiendo fotos maravillosas de dulces, les dedico el post de hoy. Receta de tarta de zanahoria rellena de crema de queso, ahí lo llevas.
Yo soy muy golosa, es la verdad... pero tengo cierta predilección por las tartas/bizcochos que están hechos con algún tipo de fruta o verdura. Ese toque natural, fresco y saludable que aportan los vegetales me chifla. Desde la tarta de manzana, a un bizcocho de piña o un pastel de calabaza. TODO.
Pues bien, el otro dia en una cena que tuvimos, llevé esta tarta, y la verdad es que gustó a todos. Y es muy fácil de hacer, sólo hay que tener cuidado de que no se mezclen las capas al verter en el molde, pero para eso te dejo un truquito más abajo ;)
¿Quieres que me caye ya y vaya con la receta? No sufras, aquí la tienes!
En primer lugar, vamos a preparar la crema de queso. Tienes que batir a velocidad máxima el queso cremoso, con un huevo y el azúcar, hasta que te quede una crema homogénea. Yo hice esta receta 2 veces, una con queso Philadelphia (original) y otra con uno de marca blanca. Y honestamente, la consistencia que conseguí con el Philadelphia era muchísimo mejor que el de marca blanca.
Una vez hecha, resérvala en la nevera.
Ahora empezamos con la tarta. Pon en un recipiente los huevos, el azúcar, el aceite, el agua, la pizca de sal y el puré de zanahoria. Bate todo hasta que los ingredientes estén completamente integrados.
Ahora a parte, mezcla la harina, la levadura o gasificante y la canela. Ve añadiéndola poco a poco a la mezcla anterior, pasándola por un tamiz. Esto es importante para que no queden grumos de harina y para que la canela se reparta bien.
Vuelve a batir, empezando por una velocidad suave y acabando por velocidad máxima. Esto dará más esponjosidad al bizcocho. Acaba cuando toda la harina esté integrada completamente.
Es el momento de engrasar nuestro molde y precalentar el horno a 180º. Te recomiendo que el molde no sea demasiado grande (el mio lo era, y lo lamenté).
Vierte la mitad de la mezcla en el molde. Ahora, y con mucho cuidado, pondremos una capa de crema de queso sobre la primera capa de bizcocho. Para que no se mezclen, te recomiendo que la pongas a cucharadas, despacito. Tardarás más, sí, pero es que si se mezclan, la tarta será un fracaso. Así que hazme caso.
Una vez hemos vertido con cuidado toda la crema de queso, nos falta la capa superior de masa.
La primera vez que hice esta tarta, en este paso, incluí unas cuantas nueces picadas (para que quedaran en el interior junto al queso), y la verdad es que le dio un toque genial. La segunda vez no las puse, y las eché de menos.
Al igual que antes, vertemos el resto de la masa a cucharadas, despacio y con cuidado, tratando de cubrir toda la superficie.
Es hora de hornearla, a 180º y durante unos 45-60 minutos (dependerá de tu horno y del tipo de molde que uses). Yo te recomiendo que, a partir de los 45 minutos, comiences a pinchar con un palillo en el centro para ver si está hecho.
Una vez que está bien cocida, ponla a enfriar sobre una rejilla, y estará lista para ser devorada.
Te recomiendo que la tomes con un té de canela y leche, lo vas a flipar.
Ya sabes que yo no me explico muy bien, así que te dejo un video muy muy cortito de cómo lo hice, que por supuesto te recomiendo que veas!
Y si te gusta la receta o la haces en casa, te recuerdo que puedes compartirlo conmigo en las redes sociales a través del hashtag #hazmefeliz. Y que tus comentarios siempre son bienvenidos en el blog.
Disfruta del fin de semana, y nos vemos el lunes con otro post. Un abrazo!
No hay comentarios:
Publicar un comentario